Lékué es una empresa con más de 200 empleados y exporta alrededor del 85% de su producción. Estos datos llaman la atención teniendo en cuenta que en el año 2005 la empresa fue puesta en venta por no ser rentable. El nuevo equipo directivo convirtió un taller familiar especializado en la fabricación de cubiteras y gorros de caucho para otras marcas en una marca con un gran valor añadido.
¿Cual fue la solución?
Se centraron en el mundo de la alimentación. Nadie les conocía. Tuvieron que educar al consumidor, enseñándole a usar sus productos a través de cursos, videotutoriales o recetarios. Pero sobre todo, escuchaban a los usuarios para aportar soluciones a sus problemas.
Sin dejar de hacer lo que Lékué ya sabía hacer la empresa consiguió convertirse en lider mundial en su campo, apostando por el diseño, la calidad y la honestidad. Todo un ejemplo a imitar.
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