A la hora de iniciar un viaje, una afición, una actividad o una empresa, lo más difícil es luchar contra nuestro entorno más cercano. Nos dicen: “eso no va a funcionar”, “eso es absurdo”, “eso no es lo tuyo”.
Y yo me pregunto, ¿por qué no? ¿quién soy yo o nadie para censurar una idea sin, por lo menos, estudiarla y argumentar sus pros y sus contras?
Gracias a la fortaleza de todas estas personas que algún día lucharon por su proyecto hoy podemos admirar el resultado increíble de su determinación.
Un ejemplo de esto es el equipo de fútbol de Panyee (Tailandia).
Habrá algo más absurdo que jugar al fútbol en un pueblo que no tiene ni un centímetro cuadrado disponible, rodeado de mar y en el que su unica tradición deportiva eran las carreras de barcos.
Pues un grupo de chicos se empeño en hacerlo:
No hay campo, nos lo inventamos
No hay botas de futbol, pues jugamos descalzos.
No hemos jugado nunca un partido oficial, pues nos apuntamos.
A pesar de todo, en su primer torneo oficial, llegaron a semifinales. Eso si es determinación.
Hay algo que siempre intento transmitir a mis alumnos. Aunque una idea resulte absurda, por que no probar su validez. ¿que puede pasar? ¿Qué sea realmente absurda? ¿y si no lo es? ¿y por qué no lo intentamos, a ver que pasa?