El sistema Just in Time (JIT) o justo a tiempo fue popularizado por las empresas japonesas en la segunda mitad del siglo XX.
Con este sistema, las empresas mantienen inventarios reducidos de componentes o mercancías. En lugar de tener existencias elevadas, los inventarios se mantienen con un mínimo imprescindible para fabricar pequeñas cantidades de gran variedad de productos. Con ello se intenta atender la demanda de clientes que exigen productos más personalizados, con cortos plazos de entrega y con unos costes reducidos. Se produce únicamente la cantidad requerida por la demanda y en el momento adecuado.
Este sistema requiere de una coordinación precisa de todas las fases, sobre todo de los aprovisionamientos, de forma que la cantidad exacta que se necesita esté justo en el momento requerido.
El objetivo del Just in Time se puede resumir en:
producir lo que se necesita, en la cantidad que se necesita, en el momento en que se necesita.
Un ejemplo de su implemetación podemos verlo en el siguiente video que, aunque bastante antiguo (1992) mantiene su utilidad didáctica para entender este método de gestión de inventarios.